El color es una parte importantísima de nuestra percepción y todos los días elegimos colores al vestirnos, al maquillarnos, al ir de compras etc.,se calcula que el 60% de nuestras decisiones se basan exclusivamente en el color. El color es literalmente una forma de energía ya que cada uno de los colores que vemos es en realidad una onda electromagnética de una longitud determinada. Por lo tanto los colores, más allá de su aspecto estético, influyen sobre nuestro estado de ánimo. Por otro lado, los colores son una forma de representar también a la energía de los Cinco Elementos del feng shui (Fuego, Tierra, Metal, Agua y Madera). Entonces, en el feng shui racional* usamos el color para aportar en cada ambiente alguno de los Cinco Elementos y crear así la atmósfera que deseamos, ya sea estimulante, sosegada, creativa, relajada etc.
La elección de la paleta de colores para nuestra vivienda plantea una decisión casi siempre difícil, en tanto y en cuanto pintar, tapizar o cambiar un revestimiento implica una inversión considerable y los colores que seleccionemos nos acompañarán durante bastante tiempo. En el contexto del feng shui el color juega un papel, naturalmente, aunque la armonización de una vivienda no depende únicamente del color. Hay varias maneras de interpretar los colores en el feng shui, desde su valor simbólico hasta su relación con la teoría de los Cinco Elementos. El valor simbólico de los colores surge cuando nos hace acordar a algo o lo relacionamos con algo: por ejemplo el azul celeste lo relacionamos invariablemente con el cielo, el verde con la vida vegetal y el rojo con la sangre. Sobre estas asociaciones se construyen otras que son de carácter cultural. Por ejemplo, el rojo es un color asociado al buen sabor, al buen sexo y a la energía física.
La otra forma de estudiar las combinaciones de colores es a través de la Teoria de los Cinco Elementos. Esta teoría es uno de los pilares del feng shui e incluso de la astrología y la medicina chinas, esta universalidad nos permite utilizarla de manera "transversal" es decir, como un medio de relacionar colores, formas, orientaciones e incluso órganos del cuerpo. Considera la siguiente tabla de correspondencias:
Elemento | Color | Forma | Orientación | Ambiente |
Madera | verde a turquesa | rectángulo | Este | Play room, habitaciones infantiles. |
Fuego | rojo a rosa | triángulo | Sur | Cocina |
Tierra | tostados, terracota, naranja, ocre y amarillo. | cuadrado | centro | Comedor, estar |
Metal | blanco, gris y metalizados | círculo | Oeste | estudio |
Agua | negro y azul oscuro | ondulado o sin forma | Norte | Dormitorios, cuartos de baño. |
Las orientaciones, por ejemplo, pueden servir para elegir el color más afín a cada casa, según hacia qué punto cardinal se oriente su fachada. Los cinco elementos se relacionan entre sí de dos maneras: a través de un ciclo constructivo o de un ciclo destructivo. La secuencia constructiva es la de la tabla: Madera-Fuego-Tierra-Metal-Agua-Madera. Puedes tomar esta secuencia, comenzando por cualquier elemento, en grupos de a tres, cuatro o cinco elementos para crear combinaciones de colores armónicas. Nuestra recomendación es que los uses en grupos de tres. Por ejemplo, puedes usar la secuencia Tierra-Metal-Agua que traducida en colores es tostados-blanco-negro, o bien la combinacións rojo-tostados-blanco, que representa la secuencia Fuego-Tierra- Metal. La secuencia destructiva también se puede usar porque a pesar de su nombre no es mala, sino que es una forma alternativa de lograr el equilibrio. En esta secuencia, por ejemplo, el Metal predece (corta) a la Madera, es como cuando podamos una planta para que crezca mejor. La secuencia es: Madera-Tierra-Agua-Fuego-Metal-Madera . De nuevo, puedes comenzar por cualquier elemento y elegir combinaciones de tres, cuatro o cinco elementos en secuencia. Por ejemplo, puedes usar verdes-tostados y negro (Madera-Tierra-Agua) o bien ocre-azul-rosa (Tierra-Agua-Fuego). Cualquier combinación de tres elementos en secuencia funcionará bien. En la figura, las secuencias constructivas y destructivas, que se leen en el sentido de las agujas del reloj. Naturalmente, para lograr que la combinación sea además estéticamente exitosa debes elegir los tonos apropiados y distribuirlos adecuadamente en el ambiente.
El color correspondiente a cada elemento puede ser usado para lograr un cierto equilibrio con el ambiente y sus funciones. Por ejemplo, el tejado de la biblioteca imperial en la Ciudad Prohibida era de color negro, a diferencia de los tejados de las principales construcciones, que eran amarillos simbolizando el poder del emperador. El negro (elemento Agua) venía a controlar al fuego y a proteger los archivos de un potencial incendio. Con el mismo criterio puedes usar los colores en tu casa. Por ejemplo, en una cocina muy activa (con marcada presencia del elemento Fuego) elige de preferencia una gama de colores Tierra-Metal-Agua (es decir, los que le siguen al Fuego en la secuencia constructiva de elementos). Alternativamente, puedes usar una combinación de ocres con azul, que son los que preceden al Fuego (rojo) en la secuencia destructiva. En la tabla de más arriba encuentras la forma de asociar los ambientes a los elementos.
Finalmente, cuando se trata de ambientar un dormitorio, usado habitualmente por la misma persona, recuerda que cada persona suele tener uno o más elementos predominantes, que se reflejan en su carácter.
* FUEGO: Personas dinámicas, exhuberantes, extrovertidas y agresivas, propensas al stress y a los excesos. Se benefician con tonos ocres y azules.
* TIERRA: Personas equilibradas, hogareñas, diplomáticas, cálidas, conservadoras, obstinadas. Se benefician con el color blanco y tonos de verde.
* METAL: Personas refinadas, inteligentes, observadoras, más introvertidas que extrovertidas, competitivas, detallistas. Se benefician con el color azul o el rojo.
* AGUA: Personas sensibles, introvertidas, emocionales, profundas, depresivas, pasivas. Se benefician con el color verde y los tonos terrosos.
* MADERA: Personas inquietas, innovadoras, cambiantes, amantes de los juegos y la diversión, artistas, artesanos. Se benefician con los rojos y con el blanco.